Desastres
naturales como huracanes, inundaciones y terremotos con frecuencia
afectan ciudades, especialmente en los países en vías de
desarrollo, destruyendo viviendas de baja calidad constructiva y
dejando como consecuencia a cientos de miles de personas sin hogar.
El Centro de Diseño y Construcción (CDC) del Instituto Tecnológico
y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) abrió en el otoño
de 1998 una línea de investigación en vivienda emergente. Este
proyecto se concibió bajo el propósito específico de proporcionar
un refugio temporal que se pueda transformar, dentro de un período
corto (3 a 6 meses), en un hogar permanente usando materiales
locales y técnicas de autoconstrucción.
El Centro pronto
comenzó a extender el objetivo de este proyecto ofreciendo posibles
soluciones al problema de demanda de vivienda. Perfiles
de acero estructural rolado en frío y una malla metálica son
usados para el armado de la estructura continua integrada por un
concreto mezclado "ligero" que contiene perlita expandida,
aditivos, y un cementante de silicato de calcio -residuo de un
proceso industrial- denominado Termoplaster que pesa 1.300 kg/
m3 y el cual tiene un esfuerzo de compresión promedio de
100 kg/ cm2.
Todos estos elementos
integran las estructuras que en el CDC se conocen como Termodomo y
Tecnocasa. Los dos sistemas consisten en paredes delgadas (5
cm de espesor). El primero es un semi-esfera con radio de 3 m
montado encima de un cilindro de 40 cm de altura. Los cimientos y el
piso de esta casa consisten en un firme de 10 cm. de espesor
limitado por una viga de 20 x 25 cm. El costo es de alrededor
de USD$ 55/m2. Se han construido varios prototipos de
este sistema que son usados como lugares de descanso, casa de campo,
ecoturismo, oficinas médicas y salas de reunión.
El sistema más
reciente, Tecnocasa, combina la geometría de una casa
convencional con la velocidad de construcción del nuevo sistema
constructivo. Se pueden diseñar para áreas de 40 m2
hasta 100 m2 o más. Los costos son aproximadamente 2/3
del precio normal de una casa de bajo costo, es decir USD$
140/m2. Las últimas investigaciones en este campo buscan
diseñar casas de dos niveles con este sistema y estudiar el
comportamiento a largo plazo del Termoplaster. Estos sistemas
constructivos ofrecen una alternativa sostenible para la construcción
de viviendas en serie ya que integran los aspectos social, ambiental
y económico del desarrollo sostenible. |